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05 febrero 2011

Los matices de la encuesta de El Faro

Más allá del título alarmista y un tanto amarillista de El Faro, la encuesta que ha publicado merece tranquila atención. Me voy a deterner de entrada en la pregunta que ha causado el alarmado escándalo. “Si problemas como el económico y el de seguridad pública siguieran sin resolverse ¿usted estaría dispuesto a apoyar que los militares tomaran el poder en reemplazo de un gobierno democrático? Los encuestadores afirman que la respuesta afirmativa fue de 45,6%.


Lo relevante y perverso es lo que oculta la pregunta y que al mismo tiempo sugiere: un régimen militar sería capaz de resolver nuestros problemas. No es pues de sorprenderse que muchos salvadoreños hayan caído en la trampa. Tal cual fue formulada la pregunta, la respuesta no nos entrega mucha información. Podemos imaginarnos que los problemas económicos son tan inaguantables para esa porción de salvadoreños, que están dispuestos a consentir el abandono de ciertas libertades, duramente logradas, si un régimen totalitario los resuelve. La respuesta en este caso se vuelve síntoma de una profunda desesperación.


El llamado abierto a un gobierno autoritario, ya sea civil o militar, reune menos en el segundo cuadro que presenta El Faro. Pues al darle a escoger varios tipos de gobierno, la gran burbuja baja a 11,1% en favor de los militares y a 8,8% a un gobierno civil autoritario. El total es ya menor y suma 19,9%. El resultado nos indica que la quinta parte de la población opta abiertamente por el autoritarismo. ¿Es algo sorprendente? ¿Es algo nuevo en nuestra sociedad?


No hace mucho casi un cien por cien de la población apoyó y sigue apoyando que el ejército ande patrullando en las calles de las ciudades y por los caminos rurales. Hace unos meses escribí un largo artículo que titulé: “La violencia en nuestra sociedad” e intenté allí esbozar una opinión sobre este fenómeno. En varias oportunidades me he referido al carácter despótico de nuestro Estado, del autoritarismo que recorre todo el tejido social salvadoreño, desde la familia hasta la cúspide del Estado, pasando por instituciones educativas.


O sea que si un 11,1% se declara en favor de una dictadura, cuyo verdadero nombre fue disfrazado por los encuestadores al llamarlo “Gobierno militar”, no debe sorprendernos e incluso hasta podemos considerar que muchos otros que piensan lo mismo, optaron por responder otra cosa. No me voy a parar en esos curiosos y hasta misteriosos “gobiernos” que propusieron a los encuestados. Esos nombrecitos son parte del folclor salvadoreño. Especialmente que todos los gobiernos hasta hoy, todos, incluyendo las sangrientas dictaduras pasadas, como el actual gobierno de “izquierda”, todos, repito, han tenido “una visión empresarial” y todos, absolutamente todos, han defendido los intereses de la gran empresa. ¿Es posible que los encuestadores sugieren un “golpe de Estado” de la ANEP?


El tercer cuadro viene a matizar aún más el panorama, pues a la pregunta sobre si tienen alguna preferencia sobre el gobierno que resuelva los problemas del país, pues los encuestados, dicen que no, no tienen en realidad ninguna preferencia, poco importa qué nombre se le ponga, lo importante es que los problemas de la gente se resuelvan y este 72,3% muestra lo que ocultaba el primer cuadro y que incluso desvirtuaba. Aquí merece que subrayemos el hecho siguiente, los que siguieron optantando abiertamente por un gobierno autoritario ha bajado considerablemente, es de 7,3%, autoritarismos civil y militar mezclados.


Como vemos los salvadoreños a pesar de toda su angustiante situación siguen pensando que la democracia vale la pena, aunque saben que es poco lo que los gobernantes los toman en cuenta, siguen pensando que las elecciones son necesarias para la solución de los problemas.


Sin embargo este sondeo de opinión como tantos otros, nos muestra que el sistema democrático representativo tal cual funciona está en crisis y que la desconfianza de la población hacia la clase política salvadoreña es simplemente enorme.


En conclusión es falso que los salvadoreños estén dispuestos a sacrificar la democracia y que sus preferencias vayan abiertamente hacia un régimen militar dictatorial. Lo que muestra la encuesta es que la población, en su inmensa mayoría exige urgentes respuestas a sus problemas económicos y de seguridad. La aspiración a vivir mejor de los salvadoreños es patente y está ante nuestros ojos.


Otra conclusión es que la desesperación, la angustia del mañana que experimentan tantas familias, puede fácilmente dar lugar a cualquier desliz demagógico y hasta provocar irreparables actos de despotismo. Lo que nos preocupa es que la puerta está entreabierta para una aventura totalitaria y que la “democracia” actual se está mostrando incapaz de defenderse. El presidente incluso, con su propensión autoritaria, su afición a las proposiciones fáciles y demagógicas, pareciera prepararle la cama a un régimen militar. El ejército en las calles, como en tiempos de la guerra, sirve ahora también de carcelero en las prisiones. Esto último muestra la pequeñez de espíritu ante el grave problema de la rehabilitación de los delincuentes. Es cierto que la corrupción había llegado hasta los empleados de las cárceles. Pero ya se comenzaron a manifestar los mismos casos entre los miembros del Ejército. Este problema de la corrupción también está minando la moral de los salvadoreños.


La clase política es vista por la gente como una parte corrupta de la sociedad, que vela exclusivamente por sus intereses, que miente y que pisotea sus compromisos. Han sido muchos los actos de corrupción, incluso criminales en los que se han visto mezclados diputados, ministros y altos funcionarios del Estado. La purificación moral anticorrupción prometida en la última campaña electoral por el actual presidente resultaron ser simples palabras tiradas al aire. Ahora hasta parece ridículo recordar las poses de tribuno romano que adoptaba amenazando con mandar a todos los corruptos ante los tribunales, todo vuelto un Cicerón, nuestro presidentillo, vociferaba a los cuatro vientos el horror que le causaba tanta corrupción.


Los carceleros caen en la misma corrupción, policías caen en la misma corrupción, la misma en la que han caído altos personajes de la vida pública. Los primeros son despedidos, enjuiciados. Los otros, salvo algunas raras excepciones, gozan de los dineros mal habidos, delante de todos, sin inmutarse, descaradamente.


La sociedad salvadoreña está ahora huerfana de ideales, de altos valores. No tiene mucha fe en los partidos políticos, ni en los hombres políticos. Sienten los salvadoreños que el horizonte está tapado, que no existen perspectivas y que las opciones políticas actuales no pueden de nuevo alimentar su esperanza.

7 comentarios:

  1. Anónimo5:56 a. m.

    La manera en la que se estructuran las preguntas tiene mucho que ver en las respuestas obtenidas y con ello el tipo de resultado que se desea obtener.
    La pregunta que Usted menciona: ““Si problemas como el económico y el de seguridad pública siguieran sin resolverse ¿usted estaría dispuesta a apoyar que los militares tomaran el poder en reemplazo de un gobierno democrático?”, es un ejemplo claro. La pregunta está formulada en el modo condicional clásico: “si…entonces”, esa forma que presenta problemas a los lingüistas por su construcción, a los filósofos por su interpretación y a los lógicos por su prueba de verdad. Los lógicos dirán, para que el condicional resulte verdadero, el antecedente tiene que ser verdadero, o sea, en este caso que el antecedente tiene que permanecer verdadero y entonces el consecuente sería verdadero y en ambos casos no podemos definitivamente afirmar que las cosas serán así, no hay ninguna garantía, ninguna base para poder afirmar que un gobierno militar si va a resolver los problemas planteados.
    Esta situación la podemos trasladar al presente, la inmensa mayoría de los salvadoreños creían que un gobierno de “ izquierda” impulsaría los cambios que venimos necesitando desde hace ya rato y parece que seguimos esperando.
    La pregunta mencionada, como parte de una encuesta, más bien parece estar inclinada a plantar la idea que prevaleció en Honduras para deponer al presidente electo democráticamente y luego instaurar un gobierno de mano dura bajo el pretexto de imponer orden.
    A fin de no caer en estas trampas es necesario enfatizar la necesidad de educación del pueblo salvadoreño ya que un pueblo educado no puede ser víctima fácil de estas estratagemas.
    Atentamente
    Quijo-t

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  2. Claudina10:55 p. m.

    Hola don Carlos, mi humilde opinion en cuanto a los resultados de encuestas y cifras estadisticas es que no son confiables ya que pueden facilmente ser manipuladas por los encuestadores. Por ejemplo, una muestra de 1200 encuestados no es representativa de la poblacion salvadorena, ademas, quienes son esas 1200 personas, de donde vienen y para donde van? Yo creo que no podemos asumir que los porcentajes mencionados son la opinion de todos los salvadorenos. Ademas los encuestadores pueden manipular el analisis de las respuestas a su conveniencia para resaltar aspectos que a ellos les interesan. En lo que si estoy de acuerdo es en que nuestra sociedad esta enferma en muchos aspectos, sociales, economicos, ideologicos, y que todo tiene que ver con la falta de una educacion integral, la perdida de valores, el conformismo creado por las diversas tendencias religiosas y con la desigual distribucion de recursos producto de este sistema injusto. Si a eso le anadimos que nuestro pueblo ha perdido la confianza en los gobernantes por los grados de corrupcion mostrados por todos los partidos que han estado en el poder, asi que la solucion es que el mismo pueblo busque cambiar el sistema y a sus gobernantes. Atentamente.

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  3. Anónimo2:01 a. m.

    Para mi esta encuesta es insultante, punto aparte de todo lo que puede espejearse del descontento popular. Es insulstante porque si bien no somos los grandes analistas politicos, sí tenemos memoria y dignidad y muertos que todavía lloramos despues de una guerra civil.
    La solución es otro camino por recorrer, un gobierno con la energía, la unidad, la autoridad suficiente para tener impactos positivos en la vida de la población decesperada, todo lo contrario a la bota militar servil a una clase poderosa.
    Quienes elaboraron esta encuesta ignoran que el pueblo quiere paz, estamos hartos de la violencia criminal y militar.

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  4. Anónimo2:05 a. m.

    buenisimooooo!

    ME GUSTA SU POSTEO...

    Y FIJESE QUE ..LA PRENSA NACIONAL, NADA HA DICHO.

    PERO YA LA NOTICIA LA DIÓ LA VUELTA AL MUNDO.

    eso si: le digo que a carlos mauricio,no le gustó que le dijera que era un tribuno romano de los de antes, pues el solo pasa leyendo libros, y lo encontró ofensivo,y burlesco.

    Si usted don carlos fuera periodista,ya tendria una llamada en su telefono del david rivas,el agente de comunicaciones de mi presidente funes..

    que le diria asi:

    -DON CARLOS ABREGO, EL SEÑOR PRESIDENTE,ESTA INDIGNADO, INDIGNADISIMO CON SU POSTEO Y SU COMENTARIO..

    pero como no es usted un periodista, pues hay me mandan a mi...al vandelium a decirle..jejeje

    ESO SI, NO LES TENGA MIEDO A ESOS.

    TRIBUNO ROMANO DIJO...jejeje
    PERO NO LE DIGA QUE TIENE SU MESALINA, PUES ese lee los libros romanos y se puede enojar.

    EL VANDELIUM DEL SALVADOR.

    PS no creo en EL FARO, es de la CIA.

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  5. democratico5:52 a. m.

    con las disculpas del caso a qui solo el blog EL TROMPUDO no es de la CIA
    estan igualito a dago dandose un abrazo vertical con ARENA, pero de esos abrazos que producen orgasmos largos
    se hace que los del FARO estan como los del mdp recibiendo apoyo financiero de la tristemente celebre melida villatoro y la ctd y que pronto daran una conferencia de prensa apoyando al CHUCHO vasquez y al sutc

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  6. Espero que el último comentarista se dé cuenta que me ha metido en el alucinado saco. Esta suerte de discurso es tan absurdo y tan poco sesudo que lo publico sólo como una muestra del esfuerzo que tenemos que hacer para elevar el nivel de conciencia y de sentido crítico.

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  7. La encuesta no profundiza en la opinión de la gente sobre el origen estructural de la problemática, además se comprueba la escasa educación histórica de la población (ignorancia que promueve el sistema), ya que desde 1982 (hace casi 30 años) con la llegada de Alvaro Magaña no se tienen gobiernos de corte militar sino empresarial (el cual casi el 18% añora), pero que ya hemos experimentado e igual ha sido ineficaz y es más, revirtió los escasos logros democráticos .

    Las propuestas de gobierno son hacia el pasado, no innovadora hacia el futuro, revivir experiencias de más de 30 años (sin considerar lo de Martínez -1932- casi 80 años), que muchos de los encuestados no han vivido, y experiencias de los gobiernos recientes que favorecías a los empresarios que trabajaron para su particular beneficio y que han profundizado la injusticia, desigualdad y la crisis.

    Es decir que la manifiesta escasa educación, no nos hace reparar que los regímenes militares del pasado actuaron y funcionaron para contener exigencias de cambios económicos y sociales; pero ahora sería para borrar los efectos que la misma estructura social produce, actuar sobre esa delincuencia que prácticamente no afecta a los sectores poderosos, delincuencia que en compañía del narcotráfico favorece a ciertos sectores privilegiados e impunes, ya que la delincuencia está presente entre los pobres para CONTENER a los mismos pobres que sufren el desempleo, incremento de precios de los productos de la canasta básica, disminución del poder adquisitivo de sus escasos ingresos, insalubridad, falta de educación, etc.

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