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01 abril 2014

El FMLN ganó las elecciones y perdió los colores

No he estado esperando que finalicen “todos los procesos”, como un Kerry o una señora Aponte, para producir un comentario sobre el resultado de las elecciones presidenciales pasadas. Por mucho que sorprendiera la remontada arenera y agrego que también formo parte de los sorprendidos, tampoco he pensado que la distancia entre los dos candidatos en lid en la segunda vuelta iba a conservar la misma distancia de la primera vuelta. La gran incógnita era hacia qué lado se iban a ir los electores de los otros tres candidatos y en especial los electores que votaron por Saca. Ha quedado claro que la gran mayoría optó por Quijano. Lo que significa que las veladas consignas de voto de los líderes de Unidad no fueron escuchadas. Lo que no deja de llamar la atención, y pienso que esto ha tenido que ver mucho con la coyuntura, es el notable aumento de votantes de la segunda vuelta.

Es muy tonto afirmar que este resultado apretado se deba a la profunda sabiduría del electorado. Esto se lo dejo a los filósofos de pacotilla, pues ya pasó el tiempo para usar este tipo de hipóstasis. La población sigue acudiendo de manera mayoritaria a una de las dos viñetas históricas y la presencia de Saca en la primera vuelta de alguna manera por una hábil campaña obligó a muchos comentaristas a suponer que en el país estaba surgiendo realmente una tercera fuerza, una fuerza de centro. Algunos dijeron prudentes de “derecha moderada”. El resultado final muestra que los polos opuestos siguen atrayendo mayoritariamente y que las identidades partidarias son profundas. No puedo ponerme a predecir nada sobre el futuro electoral de GANA y su enraizamiento en el panorama político nacional. Pronto vienen las elecciones legislativas y locales que serán un buen test para saber qué papel va a jugar GANA.

No me parece conveniente regatearle a Sánchez Cerén su victoria. Es la victoria de su partido, que se ha vuelto realmente en una maquinaria electoral muy eficaz. La oscuridad, la falta de carisma, la poca capacidad expresiva y deficiente oratoria del candidato efemelenista no constituyeron realmente obstáculos para el gane. El peso atractivo de la viñeta se ha revelado determinante. Mauricio Funes anduvo pavoneándose de que su gran carisma le dio la victoria al FMLN, pero la realidad es que sin el FMLN, sólo, o con sus “amigos” hubiera hecho un papelón. Algunos piensan que las intervenciones radiales de Funes fueron determinantes, aunque también se ha dicho que para la segunda vuelta su papel de animador radial desfavoreció a Sánchez Cerén. Pienso que en esto debemos ser muy prudentes.

Una vez dicho esto, me parece que también hay que mostrar la misma prudencia respecto a ARENA. Me refiero que algunos apostaban a la próxima desbandada de ARENA, a su paulatina desaparición. La presencia de UNIDAD pudo propiciar esta apreciación y la distancia en votos entre el FMLN y ARENA en la primera vuelta dejó entrever una estrepitosa derrota arenera. Pues fue en esto que no caí en el error, pues de la misma manera que el FMLN sigue siendo un “atractor” en el sistema político nacional, ARENA sigue siendo fuerza atractiva. Se quiera o no las determinaciones fundamentales las hemos heredado de la guerra y estas siguen funcionando hasta ahora. La gran diferencia es que en el terreno (dominio) del FMLN no ha surgido ninguna fuerza que le venga a disputar electores, como es el caso con UNIDAD en el ámbito de ARENA.

No obstante es necesario asimismo afirmar que dentro de la batalla ideológica ARENA le jugó al mantenimiento de su propia imagen, no azucaró sus posiciones, sigue siendo el mismo partido de derecha, con sus posiciones extremistas, con sus referencias de la “guerra fría”, infundiéndole a la población los mismos temores del comunismo “come niños”, “violador de mujeres”, “destructor de las familias”, “apropiador de los recursos”, “negador de la libertad de emprender”.

La campaña de destabilización de la derecha venezolana contra el gobierno de Maduro le cayó como anillo al dedo, en esto las mentiras y exageraciones de los media tuvo su irremplazable papel. ARENA no ha palidecido, una vez más ha mostrado su visión cavernícola de la sociedad, su rancia ideología, su no escondidos deseos de dictadura, su afán de militarizar de nuevo la sociedad, de buscar a los problemas sociales soluciones de brutalidad. ARENA sigue siendo ARENA. Es con esta imagen que este partido ha conquistado casi el 50% de los electores, esto es una gran verdad de nuestra sociedad, las ideas más retrogradas siguen atrayendo a buena parte de nuestros compatriotas.

El FMLN sí que ha palidecido. No se trata solamente de que sus dirigentes colgaran sus chalecos rojos, esos mismos que en muchos municipios obligan a ponerse a los empleados públicos. Ahora visten blancas guayaberas. No, me refiero a los elogios a los patrones, “motores de la economía”, etc. Los insistentes llamados a colaborar, los esfuerzos por convencer a los dirigentes de la ANEP que el FMLN no constituye más ninguna amenaza para el patronato y su vehemencia de respetar toda la Constitución llevaba como coda “respetaremos la propiedad privada”. Las referencias al socialismo son raras y las pocas es para relegarlo al estante de las utopías y meterlo en las más inexpugnables gavetas. Sus propuestas electorales eran tan convencionales, tan descoloridas que Sánchez Cerén llegó a quejarse de que Quijano le estaba robando su programa.

Las elecciones las ganó el FMLN, pero la guerra ideológica la está ganando la oligarquía, todo lo que se pueda hacer o dejar de hacer en el país tiene que tener su aval, su necesaria aprobación. En los mismos momentos de la campaña electoral cuando el patronato oligárquico estaba entregado a ayudar a su partido, al que contribuyó a crear y a crecer para que con fuego y crimen defendiera sus intereses, el FMLN insistía en sus intentos de conquistar su confianza. Pero no sólo eso, en el famoso encuentro con los cafetaleros habían invitado a ARENA y después de dos semanas infernales de ARENA, en la que sacó a la calle a las empilchadas damas de la “alta sociedad” con sus hijas e hijos y alguna que otra sirvienta para protestar contra el “fraude” y para exigir el conteo voto por voto, cuando Quijano se llenaba las mejillas de lágrimas enfurecidas e invocaba a las Fuerzas Armadas, los dirigentes del FMLN proclamaban sus buenas intenciones de colaborar con ARENA para elaborar “un plan de país”.

Este es el panorama actual, la derecha ha perdido otra vez las elecciones, pero la izquierda ha perdido sus colores. La situación sigue igual, el “río de dolor que va en camisa” desborda las fronteras y se va para el Norte, los salarios son los mismos, los que no alcanzan para vestir a toda la familia, los que no bastan para poder poner algunos centavitos de lado, para algún mañana peor. Ese mañana incierto posiblemente aumente el desempleo. El partido de la “liberación nacional” invita a los capitales extranjeros a venir a explotar nuestra mano de obra barata, prometiendo de ribete incentivos fiscales, que nos dejará sin recursos; el país seguirá endeudado, no hay coraje para enfrentar a los acreedores que con el pago de los intereses ya recibieron con creces el monto de la deuda. Nuestros pusilánimes dirigentes no van ni siquiera a negociar las condiciones de pago de la deuda, no van a exigir una pausa. Saben perfectamente que hemos llegado al tope e ilusos sueñan que por milagro de lotería van a poder percibir más impuestos y con ellos continuar con los remiendos de fachada.

No hay salida por esos caminos de reforma, el sistema oligárquico está caduco, nunca pudo llevar adelante al país, ya tiene más de un siglo de dominación, ¿por qué pues obstinarse en mantenerlo intacto, por qué renunciar a derribarlo y en su lugar erigir otro que pueda poner nuevas bases y nuevas paredes?